Apoyar a personas creativas, instituciones efectivas y redes influyentes que construyen un mundo más justo, verde y pacífico, de acuerdo con su sitio web.
La Fundación John D. y Catherine T. MacArthur surgió a raíz de que John, un exitoso empresario del sector de las aseguradoras, fuera convencido por sus abogados de crear una fundación que perpetuara su legado en la sociedad estadounidense.
Antes del surgimiento de la fundación, la pareja ya se dedicaba a financiar acciones de filantropía, aunque de manera silenciosa, en Chicago y Palm Spring.
Los MacArthur eran dueños de la compañía de seguros Bankers Life and Casualty y las propiedades inmobiliarias concentradas en Florida, Nueva York y Chicago, que dejaban suficientes recursos para financiar varias causas.
Al morir John, en 1978, se dio la directriz para que la fundación fuera deshaciéndose de los activos y utilizara los recursos en filantropía. Ese año, la fundación reportó tener mil millones de dólares en activos, y donó sus dos primeras subvenciones de 50 mil dólares cada una a Amnistía Internacional y la Liga de Ciudades de California. Desde 1978, la Fundación ha otorgado subvenciones por un total de más de $6800 millones en los Estados Unidos y alrededor de 40 países alrededor del mundo.
México ha sido uno de estos países beneficiados con los recursos de la Fundación, que reporta haber entregado 230 millones de pesos a diversas organizaciones nacionales entre 1984 y 2020 a través de 1,200 donaciones.
La primera oficina de la Fundación MacArthur se instaló en Cuernavaca en 1992, y posteriormente se mudó a la Ciudad de México en 1996, actualmente esta oficina se encuentra en la zona de Viveros.
“Enfocamos nuestro trabajo en apoyar la salud y los derechos reproductivos y sexuales, fortalecer los derechos humanos, y abordar – de manera regional – temas de la movilidad humana”, dice la fundación en su página web sobre México.
Y bajo esa premisa, la Fundación ha trabajado para garantizar los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, bajo el argumento de la elección de éstas a la maternidad en el momento en que ellas lo deseen.
La fundación instauró el programa de Población y Salud Reproductiva (PRH) de MacArthur, que brinda apoyo al activismo, la investigación, las políticas y las intervenciones programáticas en temas de derechos sexuales y reproductivos, un campo que apenas comenzaba a florecer en la década de los 90.
Durante esos años,MacArthur ayudó a fortalecer un movimiento global en torno a la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de 1994 y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995.
Las organizaciones civiles de México comenzaban a movilizarse fuertemente alrededor de lo establecido en estas conferencias, lo mismo que los movimientos en favor de los derechos de las mujeres.
MacArthur señala que se apoyó a los grupos emergentes que promueven los derechos de las mujeres y contribuyeron a cambiar el paradigma del control de natalidad, a salud y derechos reproductivos y sexuales. “Las primeras inversiones de la Fundación catalizaron un dinámico movimiento feminista en México que hoy día sigue siendo entre los más fuertes e innovadores”, afirma la fundación.
A principios de la década de 2000, y con el auge del movimiento de la libre elección sobre la maternidad, el programa enfocó sus donativos en dos áreas: la prevención de la mortalidad materna y la promoción de la salud sexual y reproductiva de las y los jóvenes.
El programa promovió los derechos de las mujeres a decidir si, cuándo, cómo, y con quién tener hijos, al igual que el acceso universal a la atención médica sexual y reproductiva gratuita y de calidad durante el parto y el aborto. En esta etapa se promovió también el derecho al aborto.
El apoyo de MacArthur a las redes nacionales de jóvenes que defendieron su derecho a la anticoncepción, la educación sexual y la participación en el diseño de las políticas públicas, contribuyó a las políticas federales y estatales que brindan servicios de salud reproductiva y sexual. Gracias a ello, las y los jóvenes indígenas de Chiapas, Guerrero y Oaxaca desarrollaron modelos locales para sus comunidades y escuelas.
Hacia el final del programa PRH, los fondos de la oficina de México se centraron en fortalecer la partería como una estrategia necesaria para mejorar la calidad de la atención en salud reproductiva. Esta estrategia fue diseñada en conjunto con las organizaciones con experiencia en el tema, y se llevó a cabo entre 2015 y 2019.
Además de trabajar en favor de la salud sexual y reproductiva, la Fundación MacArthur también financia causas relacionadas con los derechos humanos, la migración, el desarrollo sustentable y el Desarrollo de Liderazgo, un programa que se instaló en Brasil, India, México y Nigeria
Palfrey es un respetado educador, autor, jurista e innovador con experiencia en medios de comunicación y ha cuenta con un amplia experiencia en el cambio social que abarca los sectores de la educación, las organizaciones sin ánimo de lucro y la filantropía.
Antes de incorporarse a la Fundación, Palfrey fue director de la Phillips Academy, Andover; también fue profesor de Derecho Henry N. Ess III y vicedecano de Biblioteca y Recursos de Información en la Facultad de Derecho de Harvard.
De 2002 a 2008, Palfrey fue director ejecutivo del Berkman Klein Center for Internet & Society; es el presidente fundador del consejo de administración de la Digital Public Library of America; y es el antiguo presidente del consejo de administración de LRNG, una organización sin ánimo de lucro lanzada y apoyada por MacArthur, también es parte del consejo de la Fundación John S. y James L. Knight y es miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias.
Palfrey es licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de Harvard, tiene un máster en Filosofía por la Universidad de Cambridge y una licenciatura por el Harvard College.
Miembros del Consejo de Administración
Anteriormente, fue presidenta fundadora de la Fundación Goldman Sachs y asesora legal y directora de programas de la Fundación Andrew W. Mellon, además de fideicomisaria de la Fundación John S. y James L. Knight, la Asociación de Ejecutivos de la Fundación Afroamericana, el Fondo de Becas Hispanas y Payden & Rygel.
Es el decano inaugural del MIT Schwarzman College of Computing, un centro interdisciplinario centrado en la informática y la inteligencia artificial, y un investigador y profesor galardonado. Fue profesor en Cornell durante más de tres décadas y contribuyó a fundar Cornell Tech. También laboró en el Centro de Investigación de Xerox Palo Alto y como Director de Tecnología de Mercados Inteligentes. Huttenlocher también es miembro de los directorios de Corning Incorporated y Amazon.com.
Es ex Vicepresidenta Ejecutiva del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dedicada a reducir la pobreza y la desigualdad mediante el financiamiento del desarrollo sostenible en la región. Anteriormente, se desempeñó como Gerente General del Fondo Multilateral de Inversiones, y fue fundadora de Violy, Byorum & Partners, un banco de inversión enfocado en América Latina.
Se ha centrado en impulsar el cambio, principalmente en el cuidado de la salud, a través de estrategias filantrópicas y del sector privado. En 1999, fundó Aberdare Ventures, una firma de capital de riesgo de San Francisco centrada en invertir en personas y tecnología para mejorar la calidad y la eficiencia de la atención médica; dirigió el equipo de inversión en atención médica en Accel Partners y trabajó en Warburg Pincus y en la Fundación Rockefeller. También es miembro de las juntas de The Campaign Legal Center, The London School of Hygiene and Tropical Medicine, y es miembro fundador de la junta de Nia Tero.
Es socio sénior de McKinsey & Company y presidente del McKinsey Global Institute. También dirige investigaciones sobre la economía digital, la IA, el futuro del trabajo y la globalización; fue nombrada por el presidente Barack Obama como vicepresidente del Consejo de Desarrollo Global en la Casa Blanca y por los secretarios de Comercio de la Junta de Economía Digital y la Junta Asesora de Innovación. Es miembro de varias juntas, incluido el Consejo de Relaciones Exteriores, la Fundación Hewlett y el Instituto Broad del MIT y Harvard.
Es profesora universitaria del 300 aniversario de la Universidad de Harvard y ex decana de la Facultad de Derecho de Harvard, donde ha enseñado desde 1981. Es experta en derechos humanos, derecho constitucional y defensa de los miembros de minorías raciales y religiosas, mujeres, niños y personas con discapacidad. Es miembro de las juntas directivas de Advantage Testing Foundation, Carnegie Corporation, Russell Sage Foundation, SCE Foundation, la emisora pública WGBH y el Council for the American Bar Association Center for Innovation. Minow es miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
Es asesora sénior en New America, a la que se unió en 2017 para formar un equipo sobre tecnología de interés público. Anteriormente, se desempeñó en el personal superior del presidente Barack Obama como Directora de Asuntos Intergubernamentales y luego como Directora del Consejo de Política Nacional. Muñoz fue vicepresidenta sénior del Consejo Nacional de La Raza (ahora UNIDOS US).También asesora a las fundaciones Open Society y JPB, es fideicomisaria de las fundaciones Kresge y Joyce y es miembro de varias juntas sin fines de lucro. Fue nombrada becaria MacArthur en 2000.
Es oncólogo médico en ejercicio, Profesor de Medicina del Servicio Distinguido Walter L. Palmer y Director del Centro de Genética Clínica del Cáncer y Salud Global de la Universidad de Chicago. Es miembro electo de numerosas sociedades de honor, incluida la Academia Nacional de Medicina, la Academia Estadounidense de Artes y Ciencias y la Sociedad Filosófica Estadounidense. Se desempeñó como miembro de la Junta Asesora Nacional sobre el Cáncer bajo la administración de Obama y actualmente es miembro de las juntas de Lyric Opera of Chicago y dos compañías de atención médica con sede en Chicago, Cancer IQ y Tempus.
Es Canciller de City Colleges of Chicago, responsable de supervisar el sistema de colegios comunitarios de Chicago, atendiendo a más de 70,000 estudiantes en siete colegios. Anteriormente, se desempeñó como director ejecutivo del Instituto del Progreso Latino, donde trabajó para empoderar a los residentes del lado suroeste de Chicago a través de programas de educación, ciudadanía y desarrollo de habilidades que condujeron a un empleo sostenible y estabilidad económica. También es miembro de la junta de la Fundación Obama.
Al contrario que otras organizaciones, la Fundación MacArthur se autofinancia con los recursos que dejaron John y Catherine MacArthur al morir y que se destinaron específicamente para apoyar su trabajo caritativo.
En la página de la fundación se indica que los responsables del manejo de los recursos invierten el dinero de los MacArthur y luego subvencionan distintos proyectos alrededor del mundo, tal como John lo estipuló en su testamento al morir.
Los reportes más recientes de la fundación señalan que la organización tenía ocho mil 222 millones de dólares para su funcionamiento y las subvenciones que realizan cada año.
Al contar con sus propios recursos, esta fundación no recibe recursos del gobierno de Estados Unidos o de cualquier otro país.
De igual manera, la Fundación no solicita contribuciones a ninguna entidad privada, y cuando alguna está interesada en hacerlo, se les pide que lo hagan directamente a las organizaciones de beneficencia con las que trabajamos.
Solo en algunas circunstancias, se acepta que las donaciones pase por la fundación, pero solo es en casos muy específicos, como el que donante que entrega recursos sustanciales pida que la Fundación supervise el uso de los fondos. No obstante, estas situaciones se revisan en la Junta de Gobierno antes de aceptar los recursos de cualquier donante.
La Fundación reporta haber entregado 230 millones de pesos a diversas organizaciones nacionales entre 1984 y 2020 a través de 1,200 donaciones, muchos de estos recursos destinados a los programas de salud sexual y reproductiva.
A lo largo de más de 30 años, la fundación apoyó a organizaciones civiles mexicanas lideradas por feministas que se movilizaron por la legalización del aborto, bajo la premisa de la libre elección de las mujeres a ser madres.
La página web de subvenciones de la fundación, especifica cuánto dinero ha entregado a cada una de las organizaciones y con qué fines. La información completa se puede revisar a fondo en el link que tiene cada una de las asociaciones.
De 1994 a 2020, esta organización ha recibido 2.5 millones de dólares. Durante los primeros seis años de financiamiento, los recursos se utilizaron para investigar, promover y difundir los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres mexicanas.
De 2003 a 2006, los recursos se utilizaron para aumentar el conocimiento sobre el aborto legal y la disponibilidad de servicios de aborto legal en México.
Los siguientes 10 años, la organización utilizó los recursos para documentar casos de violación de derechos sexuales y reproductivos, así como litigar y defender a aquellas mujeres que se encontraban en esta situación.
Entre 2015 y 2020, GIRE y Fundación MacArthur trabajaron para promover y profesionalizar la partería en México.
La organización civil ha obtenido sólo una subvención de 105 mil dólares en 2020 para la Recuperación equitativa.
Estos recursos se utilizaron para que las mujeres tuvieran acceso a un aborto seguro con medicamentos a trabes de la telemedicina, además de brindar atención medica enfocada en salud materna y reproductiva durante la pandemia y el confinamiento.
El trabajo es parte de una estrategia más amplia para ayudar a las organizaciones de justicia social a responder al impacto desigual de la pandemia en México.
El Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir recibió 1.280 millones de dólares entre 2002 y 2020, incluidas siete becas en Población y Salud Reproductiva.
Los recursos se utilizaron para formar líderes en materia de salud sexual y reproductiva, que trabajaran en campo con las mujeres mexicanas; la implementación de estrategias de salud materna y programas de maternidad segura en Chiapas, Guerrero y Oaxaca; así como el trabajo para garantizar la atención médica de mujeres indígenas
Los últimos años, el instituto trabajó en conjunto con la fundación en su programa de promoción y profesionalización de la partería en México.
Esta asociación recibió 1.370 millones de dólares entre 1997 y 2015, incluyendo 6 becas en Población y Salud Reproductiva.
La fundación MacArthur entregó recursos para promover la educación sexual en México y ampliar el movimiento a la elección de la maternidad entre la comunidad católica; además se trabajó en la implementación de políticas públicas federales que promuevan la salud y los derechos sexuales y reproductivos.
La última beca se destinó a mejorar los servicios de salud reproductiva para adolescentes rurales e indígenas en tres estados.
Afluentes recibió poco más de un millón de dólares entre 2002 y 2016, incluidas 7 becas en Población y Salud Reproductiva.
La mayoría de sus programas se enfocaron a la atención médica en materia sexual y reproductiva de los jóvenes en zonas rurales, población vulnerable y sin acceso a información sobre este tema, así como en la formación de de docentes capacitados en educación sexual.
Otros programas estuvieron enfocados a la investigación sobre experiencias de colaboración ONG-gobierno y brindar la educación sexual a los migrantes que pasan por las estaciones en México con personal profesionalizado.
Esta asociación civil recibió un millón de dólares entre 1997 y 2015, incluyendo 6 becas en Población y Salud Reproductiva y Derechos Humanos.
Los recursos que le asignaron a esta asociación se utilizaron en la creación de un instituto de liderazgo; un proyecto para garantizar el acceso al aborto seguro en los estados más pobres de la región; en trabajo de campo apta reducir la muerte materna; así como la creación de una estrategia integral de promoción para mejorar la salud y los derechos reproductivos de los jóvenes indígenas en los estados mexicanos de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Tabasco.
La Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer (Semillas) recibió 4.7 millones de dólares entre 1992 y 2020, incluidas 19 subvenciones en Recuperación Equitativa, Derechos Humanos, Población y Salud Reproductiva y Premio MacArthur para Instituciones Creativas y Efectivas.
La organización fundada por Marta Lamas ha sido una de las más beneficiadas con recursos de la fundación estadounidense.
Los proyectos que más recursos recibieron en estos años son: apoyo a la creación de liderazgos entre personas que trabajan en temas de salud y derechos sexuales; fortalecimiento de la capacidad local y la organización para disminuir la mortalidad materna; la compra de una oficina y su equipamiento; y el financiamiento a organizaciones dirigidas por indígenas que trabajan en favor de la educación sexual en sus comunidades.
Hay que destacar que todos estos proyectos recibieron entre 600 y 750 mil dólares en plazos de hasta tres años, y que incluyeron el apoyo de la fundación para comprar una oficina en la que se estableció su dirección.
La Fundación Mexicana Para la Planeación Familiar, AC recibió 2.4 millones de dólares entre 1986 y 2009, incluyendo 9 subvenciones en Población y Salud Reproductiva.
Los proyectos incluyen la ampliación de su modelo de educación sexual para jóvenes; el desarrollo de producciones teatrales para trabajar la planificación familiar; campañas de concientización sobre educación sexual y planificación familiar entre los varones; y la promoción de derechos sexuales y reproductivos en comunidades indígenas.