La Fundación Rockefeller es considerada una de las organizaciones filantrópicas más grandes del mundo, y también es una de las más antiguas: fue fundada hace 109 años, cuando el dueño de la compañía Standard Oil, John D. Rockefeller logró que la legislatura del estado de Nueva York aprobara su incorporación en abril de 1913.
Su primer fondeo fue de 35 millones de dólares y un año más tarde, John D. Rockefeller padre otorgó otros 65 millones más. Una vez incorporada, se dedicó a financiar diversas disciplinas y caridades, la primera de ellas, formalmente, fue el otorgar 100 mil dólares a la Cruz Roja, para que pudiera adquirir su cuartel central en Washington DC.
El primer presidente de la fundación fue John Rockefeller Jr, quien asumió la presidencia en 1913, cuando tenía 39 años de edad. Desde entonces, uno de los principales campos en los que buscó influencia la fundación fue en el de la salud.
De acuerdo con su propio sitio de internet, el mismo año de su fundación, financió con 25 mil dólares la creación de una comisión internacional de salud, que buscaba replicar un modelo de salud pública, que se cree influenció a los modernos servicios de salud alrededor del mundo.
Este modelo fue tomado en parte de la Oficina de Higiene Social (BSH, por sus siglas en inglés) que moldeó gran parte de sus políticas en cuanto a la concepción de salud, entre ellas, el difundir la idea de la planificación familiar, desde sus inicios y hasta entrada la década de los treinta.
En sus inicios, la fundación se interesó por el desarrollo de curas a enfermedades como la Malaria y la fiebre amarilla, misma que la llevó a expandir su influencia en temas de salud, al establecer 25 centros de investigación alrededor del mundo, uno de ellos en la región de América Latina.
Siguiendo esta línea, la Fundación Rockefeller establece su influencia a través de capacitar a diversos profesionales y científicos de la salud, primero al financiar escuelas de medicina en China, en 1917, así como financiar a otras escuelas reputadas en su país, como la John Hopkins, y la de medicina de Harvard.
Así como sus compromisos de empujar su visión de lo que la salud pública debía representar, para 1927, la fundación contaba con un presupuesto equivalente a 2.8 mil millones de dólares, uno de los más sustanciales para la caridad.
Para ese entonces, la fundación ya contaba con influencia, además de la medicina, en artes como la literatura y en otras ciencias, como las sociales, que ya analizaban la influencia de las películas cinematográficas en la opinión pública.
Entre sus logros e hitos, la Fundación presume haber apoyado a 221 hombres y mujeres que lograron ser depositarios del premio nobel en diversas disciplinas, principalmente en la medicina y las ciencias.
Sin embargo, el interés de la Fundación Rockefeller en la planificación familiar se volvió una realidad en la década de los cincuenta, cuando John D. Rockefeller tercero fundó lo que se conoce como el Consejo de Población, orientado a estudiar el crecimiento poblacional en todo el mundo, y la diseminación de programas de control de natalidad y planificación familiar.
Aunque la organización no es parte de la Fundación Rockefeller, sí fue fundada por parte de la familia, luego de la experiencia obtenida a través de la fundación.
Actualmente, la Fundación Rockefeller es dirigida por el doctor Ravij J. Shah, un graduado de la Universidad de Michigan y de la escuela de medicina de la Universidad de Pennsylvania.
Este médico, fue el encargado de la agencia de ayuda humanitaria de los Estados Unidos, la USAID, en 2009, durante la administración del entonces presidente de EU, Barack Obama. Durante su paso por esa agencia, remodeló los procesos en los que se invertía su presupuesto, tasado en más de 20 mil millones de dólares.
Sin embargo, también ha servido en puestos como asesor del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y en el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Además de estar ligado a la Fundación de Melinda & Bill Gates, otra organización que difunde la planificación familiar y la salud reproductiva.
Durante los últimos cinco años, Shah ha sido el responsable de la dirección de la Fundación Rockefeller, tras ser nombrado presidente de la institución en 2017.
El doctor Shah se apoya de un equipo de 16 profesionales, que se encargan de la operatividad global de la institución. Entre su equipo, se encuentra Naveen Rao, quien funge como vicepresidente de la iniciativa de salud de la fundación.
Rao, de ocupación médico, previamente trabajó para la farmacéutica Merck, una compañía que apoya abiertamente la contracepción. Durante su paso por esa empresa, el doctor Rao dirigió la iniciativa de Madres Merck, que con un presupuesto de 500 millones de dólares y durante 10 años se dedicó a reducir la mortalidad materna.
Además de la dirección, la Fundación Rockefeller es gobernada por una Junta de Fideicomisarios, compuesta por no menos de 12 miembros, quienes son los encargados de supervisar el trabajo de la fundación, desde cómo elaboran su presupuesto, hasta el otorgamiento de becas, estrategias y desempeño.
La Junta de Fideicomisarios lleva a cabo sus tareas a través de cinco comités que se encargan de los presupuestos, inversiones, auditorías, y de los propios fideicomisarios, así como un comité ejecutivo respectivamente.
A la cabeza de la Junta se encuentra el almirante James Stavridis, un miembro retirado de la marina estadounidense y quien fue considerado para ocupar la vicepresidencia de Estados Unidos durante la campaña de Hillary Clinton.
Las operaciones de la Fundación Rockefeller se llevan a cabo principalmente en su cuartel general en Nueva York, pero también tienen oficinas en Washington D.C., Italia, Kenya y Tailandia.
La Fundación Rockefeller comenzó su financiamiento el año de su fundación, cuando el mismo John D. Rockefeller padre hizo un donativo de 35 millones de dólares, en 1913, una vez que la institución fue constituida. Un año más tarde, el donativo fue de 65 millones.
Con ese dinero como capital, la fundación amasó una fortuna que actualmente ronda los siete mil 124 millones de dólares, de acuerdo con su reporte financiero de 2020. Un año antes, la organización contaba con 4 mil 929 millones de dólares.
Según el mismo documento, la mayoría de sus recursos está invertido, pues cuentan con 6 mil 407 millones de dólares en diversos fondos de inversión, que les ayudan a multiplicar los recursos con los que disponen para su operación.
Ese mismo año, la Fundación Rockefeller recibió en ganancias más de 337 millones de dólares en ganancias. Sin embargo, como forma de administración y para generar recursos, la institución cuenta con un plan de inversiones que les permiten amasar dinero año con año.
En 2020, por ejemplo, obtuvieron 2 mil 323 millones de dólares de la venta de sus activos en inversiones, pero volvieron a invertir 2 mil 144 millones de dólares en nuevos fondos para maximizar sus ganancias.
De los seis mil 407 millones de dólares que totalizan sus inversiones, la mayoría está dentro de fondos privados de inversión, que compran International Equities, es decir, acciones de compañías fuera de los EU. En este rubro, la fundación tiene invertidos dos mil 105 millones de dólares.
Para ese mismo periodo, el último reportado en su sitio oficial, la Fundación Rockefeller contaba con seis mil 282 millones de dólares a su disposición, para financiar actividades relacionadas con la fundación.
Además de estos recursos, la Fundación Rockefeller cuenta con tres líneas de crédito, cada una por 100 millones de dólares, de las que puedes disponer, tras contar con acuerdos financieros con bancos.
La mayor parte de los recursos que obtiene la Fundación Rockefeller, son de carácter privado, fueron donados y son parte de un capital que se maneja a través de inversiones para florecer.
La Fundación Rockefeller es una organización filantrópica que se autodenomina como comprometida con seguridad alimentaria, principalmente, pero también con el acceso universal a la salud; la seguridad energética, sobre todo para los pobres; la expansión de la equidad económica, y el apoyo durante situaciones de emergencia.
El tipo de fondeo que realiza es a través de becas que otorga a individuos y organizaciones. A lo largo de su historia, según su propio sitio web, ha otorgado mil 116 de estas en sus más de 100 años de existencia.
Actualmente tiene activas 397, que ha otorgado a diversos entes, cuyos montos van desde los 50 mil dólares, hasta los 500 millones de dólares, éste último esfuerzo dedicado a una organización propia, orientada hacia las energías renovables.
Sin embargo, entre sus apoyos financieros tienen activas 53 becas que son otorgadas a instituciones del sector salud, principalmente a esfuerzos de vacunación contra la malaria, y otras actividades, como la detección de adicciones.
Por ejemplo, entre sus recientes aportaciones está un monto de 4.9 millones de dólares que ofreció a la Organización Mundial de la Salud, para acelerar la adopción de tecnología digital para que los países miembros puedan cumplir compromisos en materia de salud maternal e infantil.
También, en 2019, otorgó al Banco Mundial 2 millones 500 mil dólares, para financiar su Oficina Global para Mujeres, Niñas y Adolescentes, que acelera la adopción de medidas de salud reproductiva y maternal.
Esta última beca, es la única dentro de las activas, en que la Fundación Rockefeller financia a una organización que brinda apoyo a prácticas de anticoncepción. Sin embargo, de entre sus fiduciarios, John D. Rockefeller III fundó el Population Council —independiente de la Fundación Rockefeller— que se encarga de promover dichas prácticas.